Soldados de la Brigada Judía vigilando prisioneros de guerra alemanes en Italia
En la foto se ven soldados de la Brigada Judía del Ejército británico custodiando prisioneros alemanes capturados en combate en las proximidades del río Senio, en el frente italiano, en abril de 1945.
La Brigada Judía fue establecida en setiembre de 1944, obedeciendo a las presiones ejercidas sobre las autoridades británicas por la comunidad judía de la Tierra de Israel, para crear una unidad exclusivamente judía en el seno del Ejército británico. Para entonces aproximadamente 25.000 soldados judíos de Eretz Israel servían en las filas del Ejército británico. Los soldados de la Brigada esperaban luchar y servir en el frente de batalla. En noviembre de 1944 los tres regimientos de infantería de la brigada fueron trasladados desde Alejandría, Egipto, a Italia. Durante las primeras semanas en el frente italiano fueron desplegados en las afueras del pueblo de Alfonsine, al norte de la ciudad de Ravenna. De allí se les ordenó seguir a una región más escarpada, sobre las laderas de los montes Apeninos, a orillas del río Senio. Tenían la misión de impedir que los alemanes cruzaran a la margen sur del río. El 7 de abril recibieron la orden de establecer una cabeza de puente al otro lado del río. Como resultado del avance de la Brigada las tropas alemanas a lo largo del frente comenzaron a replegarse, y las unidades de la Brigada se unieron a la persecución de las fuerzas alemanas en retirada.
Aproximadamente 5.000 soldados sirvieron en la Brigada judía. 57 cayeron en combate.
Después de la guerra los soldados de la Brigada llegaron a distintos sitios a lo largo de la Europa liberada en los que se habían reunido sobrevivientes del Holocausto. Eran frecuentemente los primeros representantes de la comunidad judía de Eretz Israel en tomar contacto con los sobrevivientes. Los proveían de comida y asistencia médica, y los ayudaban a cruzar fronteras para unirse al movimiento de inmigración ilegal a la Tierra de Israel.
La Brigada fue desmovilizada en el verano de 1946 y la mayoría de sus miembros enviados de regreso a Eretz Israel.
La bella Lisboa es la primera ciudad de Europa en sentir la libertad, mientras los desembarcos coordinados de los aliados en multiples puntos del continente se suceden con rapidez y precisión.
Entre los generales sovieticos el optimismo es evidente.
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